Límites del enunciado educativo "Formación integral: lectura sobre problemas de la enunciación y su impacto pedagógico
Resumen
Cuando hablamos de educación media, la finalidad de esta parece evidente: y es que hay una misión ineludible por la que educamos, que se puede sintetizar en el enunciado: “la educación integral del estudiante”.1 Que compromete a dos niveles específicos según la Ley de Educación General: el personal y cultural. Como resultado de esta verdad aceptada como tradición en las escuelas, este enunciado se ha transformado en el más impactante sobre nuestra historia local, a tal punto que si nos preguntas como cultura, para qué educamos a los estudiantes, todos podríamos concordar en que es para su persona y cultura, por decirlo de algún modo, es el conocimiento al servicio de la educación integral del estudiante. Culturalmente, hemos transformado esta misión y propósito en un monumento, pues su valor es tan preciado que difícilmente deja de ser parte de lo que define el proyecto país. Ahora bien, esta teoría de la educación basada en lo personal y cultural, se traduce en un discurso de nivel más práctico aún que consiste en la escisión que ocurre entre estas dos esferas que se busca educar de forma transversal a lo cognitivo.