Propuesta de una unidad didáctica para la enseñanza religiosa escolar desde una mirada intercultural, a la luz de las nuevas bases curriculares en la educación básica, en el sexto año básico A del Colegio Universitario El Salvador

Abstract

El tema de esta investigación se enmarca dentro de la importancia que ha alcanzado la reflexión acerca de la educación y sus prácticas. En esta investigación nos concentraremos en el área de la educación religiosa escolar y los desafíos que emergen hoy para esta asignatura. Uno de estos desafíos está relacionado con la interculturalidad que debemos considerar en la sala de clases; dicho tema será revelado por los estudiantes del Sexto Básico A, del Colegio Universitario el Salvador, a través del Focus Group, realizado con ellos. De acuerdo a lo planteado por los alumnos, surge la siguiente pregunta que guiará nuestra investigación ¿Cómo desde la interculturalidad y considerando las nuevas bases curriculares de la Enseñanza Básica, podemos ofrecer una unidad didáctica desde la interculturalidad, en la clase de religión para el sexto básico A del Colegio Universitario el Salvador? Para responder a esta interrogante, proponemos una unidad didáctica que considere los lineamientos de las bases curriculares de la Educación Básica, las cuales intentan profundizar un dialogo con la cultura en la sala de clases, desde su dimensión social, cultural y espiritual. Considerando las necesidades planteadas en el párrafo anterior, debemos revisar lo que opina la Iglesia, como institución idónea, que regula la clase de religión; y el Ministerio de Educación, en cuanto ente que busca desarrollar las mejores políticas educativas para el crecimiento de los estudiantes. Es así, que revisaremos documentos que invitan a la reflexión de una educación intercultural. Ejemplo de ello es texto del magisterio Educar al dialogo intercultural en la escuela católica, que aparece en el 2013, como conmemoración del 48 aniversario de la promulgación de la declaración Gravissimum Educationis. El aniversario del documento magisterial abrió el diálogo y reflexión del tema de la interculturalidad en la sala de clases, insistiendo en la necesidad de que la educación cristiana se haga cargo de esta situación, entendiendo un mundo más global y culturalmente más diverso. Teniendo en cuenta este desafío, la Iglesia nos invita a colaborar en educar desde la interculturalidad y desde la apertura a lo universal, como educadores católicos comprometidos con nuestro quehacer: Desarrollando la capacidad fraterna de relacionarnos con las distintas culturas, religiones y diversidad social. A esto podemos sumar incluso, para nuestro análisis, que los planes y programas de educación religiosa escolar, también desearían a través de sus objetivos desarrollar dichas acciones, siendo un gran aporte a esta oportunidad de pensar en la interculturalidad como parte de la clase, de esta manera la EREC plantea: “La inclusión de la asignatura de Religión en el curriculum escolar completa la acción educadora de la institución escolar. Esto porque, además del ámbito lingüístico comunicativo, matemático, artístico, etc., al considerar en el proceso formativo de la persona su dimensión trascendente, espiritual y moral, su oferta formativa se hace más plena e integral de la cultura” (EREC, 2005). Por tanto, la clase de religión debe ser mirada desde la interculturalidad, para lograr su total riqueza y adaptarse a las necesidades de la sociedad de hoy, que distinguimos como diversa, relacionándose con distintos elementos; desde la conectividad global, las variadas culturas, las diferencias de género, las distintas creencias religiosas, la inmigración y los variados actos de la sociedad. Proponer una clase de religión desde la interculturalidad a nuestros estudiantes, para que estos desarrollen mejores habilidades como la tolerancia reflexiva, el conocimiento de las variadas religiones, la crítica y la opinión responsable de lo que los rodea en su vida cotidiana, son aporte y ayuda a encontrarse con estas bases curriculares y potenciarlas para una mejor propuesta educativa. Esto implica observar y analizar el programa de religión y las nuevas bases curriculares de la Enseñanza Básica, las cuales proponen nuevos objetivos que desarrollar durante el proceso educativo, objetivos que como sabemos, se podrían ajustar a la clase de religión y nos dan la oportunidad de plantearnos una clase que se complemente con los aprendizajes que desea implementar el Ministerio de Educación, idea que podemos inferir si analizamos uno de los apartados introductorios de la EREC que dice: “Particular importancia tiene este sector de aprendizaje en el curriculum, puesto que el marco curricular de la educación chilena, al incluirlo, le confiere una especial responsabilidad, la cual puede comprenderse como: oportunidad histórica: la de liderar el logro de ciertas metas valiosas para la Reforma Educativa, conocidas bajo el nombre de “Objetivos Fundamentales Transversales” (lo que actualmente se conoce como OAT, incluidos en las nuevas bases curriculares de la educación básica). La formación moral para la vida ciudadana, la sana autoestima personal y el acercamiento respetuoso al entorno natural, son sólo algunos aprendizajes en que el sector Religión puede dar un aporte insustituible al fundamentarlos y encarnarlos en la persona de Jesús de Nazaret” (EREC, 2005). De esta forma construir una propuesta que complemente la formación integral de los niños y niñas, para que la EREC sea una oportunidad de formación donde se incorpore la cultura y el contexto del país. Puesto que definimos educación intercultural como una forma de entender y asimilar la educación con un enfoque que tiene un carácter inclusivo, donde la diversidad es un ingrediente indispensable y positivo para una educación integral y de calidad.