El orden de la violencia en el ovalo de la Ex-Penitenciaria de Santiago
Resumen
La pregunta por las causas de las riñas en los penales parece ser un poco pretenciosa cuando sólo se dispone de datos estadísticos para resolver tal problemática. Para adentrarse en las causas, los métodos, la dinámica de los cambios en la lógica penitenciaria y en los aspectos de organización, se plantean de manera insistente la necesidad de emprender una búsqueda sociológica para el caso, desde una perspectiva cualitativa de investigación del fenómeno, que rescate un relato vivo de lo que ocurre en el ovalo de la mítica ex penitenciaria de Santiago. Se presume que las riñas, que toman lugar en el interior de la ex penitenciaria, son consecuencia, predominantemente, de factores de espacio y de dominación de los territorios, pues cabe destacar que estos son escasos cuando hay un alto nivel de internos poblando las dependencias de galería, lo que provoca luchas por el control de las dependencias, resaltando, en consecuencia, liderazgos violentos en los grupos de internos, planteamiento que es acogido por gendarmería y los internos como la causante primordial de conflictos. Aun que estas aseveraciones son plausibles desde el punto de vista de la sobrevivencia biologicista de los seres humanos, no resuelven aspectos organizativos y sistémicos de los internos en relación a las riñas. Para conocer la conformación de las riñas, debemos saber que es un fenómeno con múltiples causas, ya sea por conflictos no resueltos en el exterior del penal como rivalidades entre bandas enemigas, quitadas de drogas, luchas de territorios; como también por conflictos que se construyen en su interior, liderazgos en la dependencias, problemas entre grupo de internos, ajustes de cuentas, drogas, escases de espacios carcelarios: piezas y “Camaros”1 etc. En consecuencia los motivos para generar conflictos entre los reclusos son variadas, aunque los resultados son similares altos grados de violencia en las dependencias, heridos y muertos productos de riñas. De esta forma los mecanismos de acción de los internos para resguardarse entre ellos de actos violentos, las llamadas “carretas” o “barcos”, acontecen como espacios sociales en que pueden compartir y generar sus propias organizaciones, pero también donde se da el lugar para la dominación y las jerarquías. Es ahí donde aparecen actores que ocupan a otros internos para su servidumbre (“perkin”), o para su seguridad y ataque (“Perro”), como una especie de empleado personal y de guarda espaldas. Estos dominadores o líderes de las dependencias de galería, aun que no libres de problemas y de ser atacados, los llamados “Vios” y “Futres”, son los que disputan el control y el poder con mecanismos que se conforman en reclusión. Es en este escenario de violencia, donde las riñas se presentan como una cotidianidad entre los internos, como un aspecto más dentro de la cárcel que se naturaliza y normaliza, donde los internos se deben cuidar de posibles ataques de otros reclusos, estableciéndose un ambiente tenso en el ovalo .